Desde que comenzó la emergencia sanitaria en Ecuador, el médico venezolano Samuel Suárez ha tratado de aportar su granito de arena en la lucha contra el coronavirus. A principios de marzo, cuando todavía no había apenas casos de COVID-19 en el país, Samuel recorría San Francisco, una remota comunidad del noroeste del país aconsejando a los adultos mayores cómo prevenir el contagio. Más tarde, viajó a Guayaquil, epicentro de la pandemia en Ecuador, donde realizó visitas médicas a personas que no podían acceder al sistema sanitario por la alta demanda de los hospitales. Ahora trabaja en una clínica de diálisis en esa misma ciudad, ayudando a pacientes con problemas renales.
“Cuando estaba en San Francisco, todos los días hacía promoción de la salud mediante talleres, seminarios, charlas expositivas sobre la prevención contra el coronavirus. Porque en las comunidades remotas, donde si se va la energía, no hay agua, es un poco dificultoso el lavado de manos y la higiene de las personas. Eso hace que sean más vulnerables”.