Óscar huyó de Honduras después de recibir amenazas de muerte por su trabajo como activista LGBTI, y buscó protección en Guatemala como solicitante de asilo. Ahora se enfrenta al reto de reconstruir su vida en medio de la pandemia del COVID19.
“Trato de no salir mucho de casa. Estoy acostumbrado a no salir mucho desde que llegué a Guatemala, pero ahora me siento más solo, más aburrido. Pero procuro no deprimirme y procuro estar en contacto con amigos y seres queridos por medio de WhatsApp y teléfono. No sé cuánto vaya a durar esto, pero me toca racionar la comida para que dure más tiempo. Y trato de tener ánimos mientras tarda esto. Estoy seguro de que vamos a salir de esto como siempre salimos de todo. Es bien difícil estar solo, sin mi familia. Y no estoy en contacto con ellos”.